SOBRE NOSOTROS

En 1985 falleció mi abuelo. Al  revisar sus cosas personales encontramos una vieja caja algo más pequeña que una caja de zapatos. Dentro de ella, junto a diversos papeles, viejas fotografías, recortes de periódico amarillentos y algunas medallas, había un antiguo reloj militar.

Ese reloj había sido el reloj de guerra de mi abuelo, oficial del Ejército durante la Guerra Civil Española entre 1936 y 1939.

No era exactamente un reloj de piloto, ya que él no había sido piloto de aviación, pero era un reloj inequívocamente militar. Nadie en la familia había visto ni la caja ni el reloj hasta ese momento. Había permanecido oculto durante 50 años. Él nunca se lo puso, probablemente los recuerdos de una guerra no son agradables y lo que uno quiere es olvidar lo que ha visto.

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A mitad de los años 80 del siglo XX no existía el increíble repositorio de información que es internet en nuestros días, por lo que encontrar datos sobre el reloj no era tan fácil como lo es hoy. La marca del reloj era bastante conocida, y algunos relojeros y algunos anticuarios lo encontraron muy interesante, y tal vez con algún valor tanto por el reloj en sí como por su valor histórico.

En los años 90 restauré el reloj. Hoy en día el reloj sigue funcionando perfectamente, sólo necesita darle cuerda manualmente cuando es necesario. Un buen día entré en internet para averiguar más cosas sobre él. No fue difícil encontrar información sobre la marca y el modelo. Era un antiguo reloj militar suizo de los años 30, un reloj caro en esa época (y actualmente). No era, evidentemente un reloj de dotación a los oficiales del ejército. Parecía más bien un regalo para alguien que marcha a la guerra, de alguien que le quiere y le desea suerte. ¿Sus padres? ¿Mi abuela, por entonces su novia?

¿Qué vio este reloj que él nunca se  puso tras la guerra y permaneció guardado en una caja durante 50 años?

Nunca sabremos las respuestas a estas preguntas. Sin embargo, como aficionado a los relojes desde muy joven, comencé a partir de encontrar aquel reloj en una vieja caja a desarrollar una especial atracción por los relojes militares. Especialmente por los relojes de piloto antiguos. Marcas como Zenith, IWC, Hanhart, Stowa, Laco, Pierce,  Hamilton, Denco, Buren, Doxa, Grana, Askania, Alpina, Dogma, Revue, Helios, Junghans, Minerva, Cyma, Silvana, Wempe, Helbros etc… comenzaron a formar parte de una pequeña colección lograda a base de negociar con anticuarios, de subastas de internet o de páginas web especializadas.

A mitad de 2017 surgió una idea y una oportunidad: diseñar y fabricar relojes de calidad a precios razonables que recordaran esos relojes de piloto de la época dorada de la aviación: los pioneros a comienzos del siglo XX, los años de la Primera Guerra Mundial, el periodo entreguerras, la Segunda Guerra Mundial, los años 50… y hacerlos no sólamente inspirados en los aviadores, sino también en pilotos de otro tipo: los gentlemen drivers que fueron pioneros en las carreras de coches desde principios del siglo XX hasta los años 60, o los tripulantes de barcos o submarinos. También quise recoger la estética de la guerra fría desde el lado soviético, tan misterioso para los que vivimos en occidente.

Así nació AËROLUFT, una marca con los medios de diseño, fabricación, distribución y venta propios del siglo XXI, pero con la estética y el espíritu pionero de la primera mitad del siglo XX.

Víctor Berrondo